De todas las iniciativas orientadas a reducir los efectos del calentamiento global, alcanzar el cero neto en 2050 debe ser la máxima prioridad. Muchas personas están desarrollando formas innovadoras para apoyar estas iniciativas. 

La última vez que los niveles de dióxido de carbono fueron tan elevados como en la actualidad fue hace cuatro millones de años. Las emisiones de gases de efecto invernadero han provocado un rápido aumento global de las temperaturas, lo cual ha causado incendios forestales, plagas de langostas que han diezmado cosechas, el deshielo de casquetes y mantos de hielo, deforestaciones, huracanes, inundaciones, y olas de calor más intensas. La automatización puede mitigar esta situación con inventos como los robots diseñados para la plantación sostenible, que también se pueden utilizar para el reciclaje y la cosecha.  

No derrochar para evitar la escasez

Se estima que alimentos destinados inicialmente al consumo humano han generado aproximadamente 1300 millones de toneladas de desechos orgánicos, lo suficiente como para alimentar a unos 3000 millones de personas. La pérdida y el desperdicio de alimentos genera una tercera parte de los gases de efecto invernadero, lo que equivale a la actividad combinada de China y los EE. UU. En países en desarrollo, el 40 % del desperdicio de alimentos se produce por actividades de procesado post cosecha, mientras que en los países desarrollados el 40 % de dicho desperdicio se produce por las actividades minoristas y el consumidor. Por lo tanto, en relación con lo que la automatización puede hacer para reducir el desperdicio de alimentos, en este caso, sería la digitalización del trabajo manual, que es menos comprometido y más proclive a causar errores, puede ayudar a reducir el error humano.   

La recopilación automática de datos mediante un software de gestión de plantas, respaldada por sistemas de seguimiento automático para facilitar el proceso, permite seguir y monitorear la pérdida y el desperdicio de alimentos desde el suministro hasta la entrega. No solo eso, los sistemas de seguimiento también permiten a los responsables de la cadena de suministro recibir datos que pueden ayudar a identificar las ineficiencias y gastos innecesarios en la cadena de suministro. 

Cuando los alimentos desperdiciados acaban en vertederos, estos liberan gas metano, el cual es 25 veces más nocivo que el dióxido de carbono. Varias empresas han asumido el liderazgo adoptando la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (ML) como solución para ayudar en la gestión de residuos. Aquellas que utilizan la IA pueden examinar los tipos de residuos de alimentos y medir la calidad de los alimentos utilizando básculas inteligentes, medidores inteligentes guiados por IA y cámaras. Por ejemplo, empresas como Winnow, se centran en reformular la gestión de alimentos en el sector de la hostelería. Para ello, utiliza «básculas inteligentes» con cámara y tecnologías de aprendizaje automático para fotografiar varios alimentos desechados y puestos en contenedores de residuos alimenticios. 

Luego los datos son procesados con un algoritmo que calcula los costes económicos y medioambientales de los alimentos no deseados. Con el tiempo, el sistema aprende a reconocer y desechar los alimentos con una precisión superior a la que podría hacerlo un humano. Gamaya es una empresa de tecnología agrícola especializada en la detección a distancia y la IA orientada a presentar una solución integral para la producción de cultivos sostenibles. Gracias al uso de un programa de cultivo sostenible, la eficiencia de la producción agrícola aumenta drásticamente mientras que se reduce su desperdicio, beneficiando así a agricultores y negocios agrícolas de gran tamaño. Con el uso de drones con cámaras hiperespectrales, Gamaya puede detectar y supervisar cambios en el agua, fertilizantes, plagas y rendimientos agrícolas utilizando drones con detección a distancia. Las cámaras hiperespectrales capturan imágenes relevantes que permiten a los algoritmos de IA identificar cualquier problema potencial como las amenazas y el desperdicio de semillas o plantas para después alertar al granjero. 

Hecho - según Process and Control Today, el 10,9 % de los desperdicios de alimentos se produjeron debido al error humano, con un 13,8 % que se le atribuye al tiempo transcurrido entre la explotación y el transporte al minorista.

El uso único no tiene ninguna utilidad.

En cuanto a la gestión de residuos, se han creado bots de reciclaje para ayudar a los humanos en las tareas de limpieza del planeta. La contaminación causada por plásticos es un problema global que amenaza a la salud humana y ecosistemas en todo el mundo. Los activistas e innovadoras están combinando sus habilidades para desarrollar soluciones creativas que ayudarán a combatir el cambio climático.

De los 300 millones de toneladas de plástico producidos, la mitad son elementos desechables: aquí entra en juego Bebot, un vehículo automatizado de detección de plásticos creado por 4Ocean y Poralumarine capaz de seleccionar los plásticos pequeños en la arena que los humanos pasan por alto.  Bebot, uno de los bots más compactos y silenciosos, funciona con baterías conectadas a un panel solar, siendo así energéticamente eficiente. Su capacidad de abarcar cada hora una superficie igual a tres quintas partes de un campo de fútbol es muy superior a la del ser humano. Si bien al final del proceso se precisa el trabajo manual, que consiste ir retirando guijarros y piedras de la recogida, el tiempo dedicado es muy inferior respecto a una operación manual. 

En junio de 2021, la Asociación para la Acción Mundial sobre el Plástico (GPAP) y UpLink presentaron laRed Global de Innovación de Plásticos (GPIN). Su objetivo es identificar soluciones innovadoras que permitan reducir el volumen de la contaminación por plásticos. Empresas reconocidas como Diwama, ofrecen soluciones innovadoras de equipos y software de alto impacto para plantas de clasificación de residuos. Su tecnología, Vitron, hace uso de un software de reconocimiento por imágenes basada en IA que automatiza el análisis de residuos y que se puede utilizar posteriormente para optimizar la gestión de residuos. De forma parecida, el principal objetivo de empresas con iniciativas propias como Urban Rivers es fomentar la responsabilidad y el protagonismo del hombre en su entorno con un juego participativo denominado «Trash Robot».   

Para eliminar los plásticos de un solo uso y todo tipo de residuos, Urban Rivers ha iniciado su proyecto en Chicago, controlado por un navegador web. Dicho proyecto permite a usuarios de todo el mundo tomar el control del robot flotante y limpiar el río. Si bien la versión 1 sigue en desarrollo, se ha informado que la versión 2 contará con una estación base donde depositar los residuos, un alcance WIFI más amplio, seguimiento por GPS, y una construcción más robusta con un diseño resistente a la intemperie. 

Reforestación versus el calentamiento global

Los creadores de teléfonos inteligentes Huawei y la empresa de inteligencia artificial (IA) RFCX han formado una alianza para combatir la deforestación ilegal y documentar los cambios ecológicos. Los bosques son un elemento fundamental en el ecosistema de nuestro planeta. Sus beneficios incluyen proporcionar de un lugar donde vivir y crecer a una gran variedad de especies de plantas y animales. También ofrece varios beneficios sanitarios y económicos, y ayuda a mitigar los efectos del cambio climático. Los principales culpables de la deforestación son las actividades agrícolas, la minería, las explotaciones petroleras, el desarrollo urbano y la tala de árboles. Según las Naciones Unidades, hasta el 90 % de la tala de árboles se hace de forma ilegal, con el problema añadido de las dificultades que experimentan los guardias forestales para monitorizar, responder y capturar a los infractores en tiempo real. Es en esta situación donde a tu antiguo móvil Huawei se le puede dar un mejor uso: con una simple actualización los móviles pueden ser modernizados para ayudar a monitorizar y proteger el medioambiente.   

Parece prometedor, pero... ¿Cómo funciona?

Los dispositivos modificados son colocados en árboles con paneles solares en forma de hoja que los rodean. Han sido denominados Guardian Devices (Dispositivos de protección). Gracias a la tecnología de monitorización acústica, los teléfonos pueden grabar el sonido generado por motosierras y armas de fuego, además de supervisar el movimiento de determinadas especies animales. Más importante aún, puede responder a eventos en tiempo real, ofreciendo la posibilidad de detener actos ilícitos.  

ETH-Zurich con sede en Suiza, ha propuesto que nuestro planeta podría dedicar casi 10 millones de kilómetros cuadrados a la plantación de árboles, lo que permitiría al ser humano almacenar más de 205 000 millones de toneladas métricas de carbono una vez que estos árboles hayan alcanzado la madurez. La start up Biocarbon Engineering ha identificado una manera de agilizar drásticamente la plantación de árboles, que mediante drones que recopila datos sobre las condiciones del terreno y la topografía para crear mapas tridimensionales.  Al combinar la información recopilada con datos por satélite ,analizados previamente por un algoritmo, pueden determinar las ubicaciones más óptimas para la plantación, así como el patrón de plantación deseado. Tras correlacionar la información, los drones se programan para depositar cápsulas biodegradables que contienen semillas germinadas y nutrientes. Las semillas germinadas se plantan a una velocidad de 1 cápsula por segundo, 10 veces más rápido y un 80 % más económico que hacerlo manualmente.    

Hecho – Depositar una cápsula cada segundo permite plantar, potencialmente, 100 000 árboles cada día.